El secreto de una buena pizza, es la salsa. Cada receta de salsa surge en un entorno de misterio, magia, curiosidades, detalles y secretos.

Salsa significa “mezcla formada por varios ingredientes comestibles que se utiliza para condimentar o aderezar las comidas”.

Con el intercambio comercial hace miles de años, el tomate fue llevado de México a España y en 1554 fue clasificado botánicamente como producto comestible, recibiendo el nombre de Manzanas de Oro (Pomi d’Oro) llegando a Italia hacia 1790, cuando se hace la primera mención de una salsa de tomate para pasta en el libro L’Apicio moderno, del chef romano Francesco Leonardi. Así que Aunque el tomate sea originario de México, la historia de la salsa de tomate nace en España.

La salsa de tomate o pomodoro es una combinación de ingredientes que resaltan sus olores, sabores y texturas.  De la receta original se desprenden muchísimas versiones, sazones y gustos, una alternativa de preparación es la salsa arrabbiata cuya peculiaridad es el toque picante pues se le agrega chile rojo, otra clásica es la puttanesca que a la misma base de pomodoro le vamos a añadir anchoas alcaparras y aceitunas.

Una gran ventaja para quienes no tienen tiempo de cocinar hoy en día es la variedad de salsas ya que las podemos encontrar enlatadas y listas su consumo, estas cuentan con una diversidad de sabores o presentaciones. En México la salsa para pizza Contadina es un producto líder en el mercado, ya que es reconocida y utilizada por los mejores chefs y conocedores de gastronomía.

A las salsas se les conoce como “los destilados del deseo”, y no es para menos ya que una salsa bien preparada es una experiencia que involucra todos los sentidos, es el termómetro del ingenio y talento en la cocina.

La salsa por lo tanto es el inicio de la experiencia de saborear un platillo, no en vano dicen que una buena salsa de tomate, le sentaría bien hasta el chocolate.