Nuestra historia comienza a fines del siglo XIX en el sur de Italia. Las dificultades económicas combinadas con el malestar político y social llevaron a muchos italianos a abandonar el país en busca de una vida mejor en Estados Unidos. La familia Aiello de Bagheria, Sicilia, estaba entre esos inmigrantes que se establecieron en Nueva York cerca del cambio de siglo.